tag:blogger.com,1999:blog-77668047765270425432024-03-12T21:12:43.121-07:00RANCIOS DE SEVILLAJordi de Trianahttp://www.blogger.com/profile/07857648587306290071noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-7766804776527042543.post-90146490171353531622012-02-27T02:24:00.006-08:002012-02-27T02:30:05.426-08:00LA ÚLTIMA SAETA DE PEREGIL A SEVILLA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJ-HHPETD_ONKidn-HUA3KsJFuQ9X152BnlZAmqHNj8znrgvrnbxukQlVPxESCTbR_Rpcwjf5xry9PxSPw4IuzIk3qOhFVF1FsCEPH9J3e035hTSflDOa5FvnTPSSmKhb0ykDBKXBTwA/s1600/SANTA+CATALINA.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="425" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJ-HHPETD_ONKidn-HUA3KsJFuQ9X152BnlZAmqHNj8znrgvrnbxukQlVPxESCTbR_Rpcwjf5xry9PxSPw4IuzIk3qOhFVF1FsCEPH9J3e035hTSflDOa5FvnTPSSmKhb0ykDBKXBTwA/s640/SANTA+CATALINA.JPG" width="640" /></a></div><div style="color: #fff2cc;"><br />
</div><div style="background-color: #20124d; color: #fff2cc; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>LA ÚLTIMA SAETA DE PEREGIL A SEVILLA</b></span></div><div style="background-color: #20124d; color: #fff2cc; text-align: justify;"><br />
</div><div style="background-color: #20124d; color: #fff2cc; text-align: justify;"></div><div class="ecxmsonormal" style="background: none repeat scroll 0% 0% rgb(32, 18, 77); color: #fff2cc; font-family: Verdana,sans-serif; line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="line-height: 150%;">Silenció la voz del capataz y un hondo puñal atravesó el costado de la Ciudad. Sevilla tomó prestado el pañuelo de la añeja saeta para secar tantas lágrimas por la marcha de su Peregil del alma. Lágrimas al despedir a un sevillano insigne que esculpió su leyenda a golpe de corazón y amando a su Ciudad querida. Lágrimas de una Virgen que llora sin consuelo y que volverá a pasar, esta vez en silencio y bajo el mudo eco de un lejano martinete. Lágrimas por Santa Catalina, la agonía de sus quebradas paredes y una puerta encallada en el olvido. Un nuevo puñal se ha clavado en el pecho del desamparado templo tras la marcha de su trovador saetero. Entre llantos y desconsuelos se preguntan los hijos de Sevilla ¿Dios mío quién nos quita ahora esta pena? </span></span></div><div class="ecxmsonormal" style="background: none repeat scroll 0% 0% rgb(32, 18, 77); color: #fff2cc; font-family: Verdana,sans-serif; line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-color: #20124d; color: #fff2cc; font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="line-height: 115%;">Como tú, querido Pepe, fuiste en su día salvador y depositario de las esencias del noble cante, cuando parecía morir en los vinilos, quiero rescatar de mi memoria, la primera vez que pude oír el portento de tu voz. Era mi primera tarde de Viernes Santo como nazareno del Cachorro de Triana. Miraba a todas partes no alcanzando a ver el lugar exacto de tanto derroche de fervor y tan resonante torrente de voz. La calle Castilla es el último aldabonazo hasta el Altozano, peaje justo que solventan las hermandades de mi Barrio, cuando atraviesan el viejo Río para asomar a la otra orilla en búsqueda de la espiritualidad catedralicia, y tu voz, memoria de tardes de Viernes Santo. </span></span><br />
<br />
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 115%;">Una vez más, Peregil has roto tu garganta cantando a la <span style="background-color: #20124d;">Semana </span>Santa y queda en tu interior esa última saeta que guardabas con amor para el Señor de la Exaltación y su bendita Madre, Lágrimas de Santa Catalina. En tu último trasiego por las calles de Sevilla encuentras cerradas las puertas del pequeño corazón hecho templo, en cambio las del Cielo, estaban muy abiertas para recibir como merece a un gran sevillano y mejor cristiano. Te prometo Pepe, que llegará ese Jueves Santo que volvamos a ver abrir esas puertas a la Cruz de Guía de la sevillana cofradía y en ese momento miraré al balconcillo de la Gloria para buscar entre nubes de incienso tu voz rotunda y enamorada de nuestra tierra.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Verdana,sans-serif; text-align: justify;"><br />
</div>Jordi de Trianahttp://www.blogger.com/profile/07857648587306290071noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7766804776527042543.post-61907646404370715922011-11-27T11:25:00.000-08:002011-11-27T11:32:56.976-08:00LA INCUESTIONABLE VERDAD DEL TOREO -a Franco Cardeño-<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhof8XAC_GsPpCQwNh_stAF-t09rhhZ6fdSLNKkQs1wNB5BjS0gWMoH4JSKKSJ2mwwIGZqhaJJIquwC9Gh4lp_GHmZezJVXbzvF1crF8dYlN5T8TrjCVd9Zj7pPjAwFzUBoXyLVs_p01Q/s1600/toros.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhof8XAC_GsPpCQwNh_stAF-t09rhhZ6fdSLNKkQs1wNB5BjS0gWMoH4JSKKSJ2mwwIGZqhaJJIquwC9Gh4lp_GHmZezJVXbzvF1crF8dYlN5T8TrjCVd9Zj7pPjAwFzUBoXyLVs_p01Q/s400/toros.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b></b></span></div><div style="color: white; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>LA INCUESTIONABLE VERDAD DEL TOREO</b></span></div><div style="color: white;"><br />
</div><div style="color: white;"><br />
</div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Recuerdo, siendo un niño, uno de mis paseos por la trianera calle Betis. Miraba como siempre a través del espejo del Guadalquivir, avisando a la altísima Giralda, para reencontrarme con los sueños del niño cofrade que sentía escalofríos cada tarde de Viernes Santo, cuando cruzando el Puente junto a sus hermanos nazarenos y heraldos afortunados de la dulce Palomita de Triana, encontraban a la otra orilla, los brazos abiertos de Sevilla y en el horizonte de La <span style="color: white;">Magdalena la sublime contemplación de las Hechuras perfectas del Cachorro de Triana. </span></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><div style="color: white;"></div><br />
<br />
<span style="font-size: large;"><span style="color: white;">Repentinamente sentí sobre mi hombro derecho la mano de un vecino del Barrio. Hablaban sus ojos brillantes y rojizos, silenciaba su voz quebrada. Señalaba con una de sus manos la Real Maestranza de Caballería, al tiempo que trataba d</span>e compartir conmigo un viejo anhelo. El recorrido de su mano partía del pecho hasta airear y tomar rumbo al Coso Baratillero. Mi curiosidad crecía, como la hacían mis dudas. Se abrió un largo paréntesis en mi vida y ese pasaje que me marcó profundamente. Esa mirada reflejaba sentimiento y verdad.</span><br />
<br />
<span style="font-size: large;"> Una tarde avisé a mi espontáneo compañero de paseo por la Cava de los Gitanos. Preguntando a mi madre, me comentó que era el padre de los Franco Cadenas, chavales que llevaban el arte del toreo esculpido en el pecho. Su padre soñó ser torero, pero su sueño murió pronto fruto del hiriente silencio que se acrecentaba en sus oídos.</span> <br />
<br />
<span style="font-size: large;"> Su hijo “Franco Cardeño” con el paso del tiempo escribió una de las páginas más plenas de la historia de la Tauromaquia. Su afán por ocupar un lugar en el prestigioso cartelado de Sevilla le llevó a una huelga de hambre. Por fin una tarde de Feria se enfrentó al toro en la ansiada arena y Sevilla por testigo. Sus sueños murieron abiertos en carne viva por el cruel astado. La Puerta del Príncipe se cerró para siempre para Jesús, no obstante se abrieron otras puertas. Esas puertas que nadie podrá cerrar a Jesús y a quienes como él vieron truncado su sueño sevillano. Su rostro descompuesto y destrozado quedaba en manos del insigne cirineo de los toreros sevillanos. Don Ramón tomó en manos fina gubia y modeló en la cara del torero unas letras que quedaron labradas como imborrable reminiscencia de los asedados paños de tragedia que envuelven a la Fiesta y ese duende que reposa sobre el doncel de la Tauromaquia y que restituye toda herida. </span> <br />
<br />
<span style="font-size: large;"> A pocos pasos de la Puerta de Chiqueros y por dos veces a portagayola, Franco Cardeño puso en suertes su destino. Pudieron más el corazón y el afán de triunfar en la cuna que meció sus primeros pasos que el peligro que asomaba como ciclón por los ovalados anillos del Templo del toreo. Sus rodillas quebraron ante el cruel arrebato del malhumorado morlaco y su rostro ensangrentado besó con estrépito la alfombra arenada de la Catedral Maestrante. La Plaza se estremeció conmovida ante el paisaje de angustia que quedó dibujado sobre el amarillento lienzo baratillero. El rumor de la desdicha se expandía como reguero desde el burladero, siguiendo por los tendidos intermedios hasta coronar los asientos del tendido alto. Hondos escalofríos fluían por los adentros de los apenados aficionados que contemplaban la escena heridos en el alma.</span> <br />
<br />
<span style="font-size: large;"> La muerte rondó incompasiva sobre el inerte torero en el silencio de los clarines y el murmullo adormecido de los callejones que contornan el ruedo. El mismo Gran Poder puso sus manos en el corazón del torero y evitó que la crueldad del presagio fuese cierta compañera de tan deseada faena.</span> <br />
<br />
<span style="font-size: large;"> Han pasado años desde la lidia de aquel primer toro y puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que si Jesús tornase a vestir de luces en el Coso Maestrante, volvería a clavar sus rodillas sobre la arena con firmeza y temple. El torero teme más al fracaso que a los astillados pitones que como lanzas apuntan al capote, y que en ocasiones, derivan en el infortunio. El toreo presume el valor y el arte frente a la máxima expresión de bravura, belleza y solera de la especie animal. La desaparición de la Fiesta Nacional conllevaría la muerte del animal santo y seña de nuestro paisaje y de nuestra cultura.</span> </div><div style="text-align: justify;"></div>Jordi de Trianahttp://www.blogger.com/profile/07857648587306290071noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7766804776527042543.post-22707407610701803692011-10-17T02:16:00.000-07:002011-10-17T02:24:04.361-07:00HACIA TI, MI GRAN PODER<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixlFz_k6aEwgGKfHguEUFamU7smsD-GZ5p2yDRvO7duoa0uLegnMxHIXMYrgnO0bNL8jLWHz1FjswjoCJKnA3rvRd1abNzFdyPZe3q27K0VRU0pWEsXMylAKIGBmQhA7UmgisYC9qoDQ/s1600/IMG_9517.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" oda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixlFz_k6aEwgGKfHguEUFamU7smsD-GZ5p2yDRvO7duoa0uLegnMxHIXMYrgnO0bNL8jLWHz1FjswjoCJKnA3rvRd1abNzFdyPZe3q27K0VRU0pWEsXMylAKIGBmQhA7UmgisYC9qoDQ/s320/IMG_9517.JPG" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: white; font-size: large;">HACIA TI, MI GRAN PODER</span></strong></div><div class="text_exposed_root text_exposed" style="text-align: justify;"><span style="color: white;"><br />
</span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="color: white;"><span class="font-size-5">Señor que abrazas el leño con dulzor, ayúdanos a soportar la propia carga en nuestro trayecto cotidiano rociado de un sin fin de amarguras. En el oscuro sendero de nuestros pecados Tu sombra redentora se alarga y liviano es el peso colmado por Tu amor.</span></span></span><span class="font-size-5"><span style="color: white; font-size: large;">Empedrados son los caminos y torpes son nuestros pasos cuando caminamos hacia Ti. Reconfortable es el fin cuando alcanzamos tu sagradísima presencia e inenarrables los sentimientos al besar Tu desgastado talón, reliquia imperecedera bañada de promesas y oraciones. Infranqueables son los muros de la devoción que te profesan tus hijos y tormentosas las columnas que se anteponen entre nuestras miradas y la profundidad de tu Ser. No existen espadas ni lanzas que atravesar pudieran los ensangrentados costados de tu bondad. En tus manos están el Poder y el Imperio.<br />
<br />
Majestuosa es Tu presencia en la cúspide del Altar y centenarias las pisadas sobre los peldaños de la escalera que converge hacia el mármol que llega hasta el mismo Cielo de San Lorenzo.<br />
<br />
364 noches se consumen en el calendario de nuestro tiempo hasta alcanzar la única Madrugá. El punto naciente de nuestra reiterada anual reminiscencia toma pluma y pliego y comienzan a redescribirse los primeros versos del más hermoso poema de amor. Los catecismos abren sus páginas entre asfaltos y empedrados paisajes de dolor y ternura para dar vida a la Historia que da sentido a nuestro acontecer.<br />
<br />
¿Cómo podría yo, Dador de mi vida y Carne de mi inquebrantable fe, corresponder a tanta generosidad? Los silencios basilicales me llegan a lo más profundo del corazón y elevan mi alma hasta el abrazo a la eternidad de la Gloria. Pasajera es la vida, puntual la muerte y anhelada la llegada al Santo Reino para compartir con el Gran Poder las excelencias del Paraíso.</span></span></div>Jordi de Trianahttp://www.blogger.com/profile/07857648587306290071noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7766804776527042543.post-52435552016433684792010-11-06T06:42:00.000-07:002010-11-06T06:51:35.969-07:00¡DIOS MÍO CONTIGO NADA ME FALTA!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuOtUCfFmwefVdsZf2YPYqR3Rci-Nh2RzCtqPWn6Co2tAyXukO4ko2e9t4C6NsMzcBfLOqWkFNy7wUSvZxu2f300yS88YGsB1gqy_mfDs7S4Kz6O8M-zteh6h_lSRZZKIoBtvq91BfEA/s1600/P1170644.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="172" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuOtUCfFmwefVdsZf2YPYqR3Rci-Nh2RzCtqPWn6Co2tAyXukO4ko2e9t4C6NsMzcBfLOqWkFNy7wUSvZxu2f300yS88YGsB1gqy_mfDs7S4Kz6O8M-zteh6h_lSRZZKIoBtvq91BfEA/s320/P1170644.JPG" width="320" /></a></div><br />
<div style="color: white;"><b>¡<span style="font-size: large;">Dios mío contigo nada me falta! </span></b></div><div style="color: white;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Ya queda menos. El rancio culto a lo solemne, el misterio de la zancada de un Nazareno de túnica bordada sobre la mesa de canastilla y claveles del color de la sangre por un justo derramada. Los del rancio abolengo buscan la verdad incuestionable del Dios que motiva la existencia de sus vidas. La historia, que bebe de las aguas puras de la fe, cuenta de la vida de un hombre justo que padeció tormento y fue glorioso en su Resurrección. Una historia, hace largos siglos ocurrida, que tomará cuerpo y vida, desfilando en a penas unas horas delante de hombres sedientos de piedad y asumidos en la desidia. Las almas duermen en el profundo sueño de la nostalgia y los cuerpos yacen vencidos a la barbarie de un mundo que les tocó vivir sin pena ni gloria. De repente todo se detiene, lo que era profundo sueño se vuelve gozo en vida. Los corazones que aman Sevilla laten más deprisa. Las apenadas almas encuentran alivio, las vidas sentido a su cuestionable existencia. </b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Todo es silencio, ni el aire de la brisa respira, el azul del Cielo se vuelve oscuridad y tinieblas. La Ciudad se paraliza. En una plaza, por un Santo Mártir coronada, ante el silencio de una masa humana, que es oración y llanto profundo, se escucha el chirriar de una puerta. Ya no hay pena que valga. Una cruz bañada de atributos pasionales avanza despacio ante la atenta mirada de hombres y mujeres cargados por el inexorable y contundente paso de los años. Un mudo murmullo recorre la Plaza, la oscuridad de la noche da paso a la verdad de una Luz de amor infinito. El Señor hace presencia y llena de amor toda una Plaza, toda una Ciudad y hasta un infinito Universo. </b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Oraciones y lamentos nacen de rotas gargantas que hacen versos de los más sinceros y profundos de los rezos. El más Grande entre los grandes camina alargando su zancada, le sigue una comitiva de mujeres cargaditas de años que cubren sus rostros para protegerse del incesante goteo de lágrimas de hirviente cera, esas benditas mujeres que nunca le fallan, esas mujeres que siguen al Señor cada Madrugada, que olvidan por unas horas sus muchos dolores, sus muchas penas y que le dicen al Señor ¡Dios mío contigo nada me falta! </b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Los primeros rayos de luz de la mañana dan entrada a un coro de pajarillos que como ángeles bajados del Cielo anuncian que Dios mismo pisa las calles de Sevilla. Los cansados pies de las abuelas de Sevilla se detienen, sus miradas tornan hacia el Señor y una súplica invade sus corazones ¡Señor Mío sólo quiero pedirte que me des fuerzas para que el año próximo vuelva a estar contigo!</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Las atormentadas memorias de repente olvidan sus muchas miserias y las puertas de la Basílica se cierran al Traspaso de María. Un año más se obró el milagro, el mismo Dios paseó su bondad por las calles de esta noble, mariana e invicta su Ciudad. Los corazones entregados al Señor se atreven a gritar lo que los titubeantes labios nunca podrían decir ¡Dios mío contigo nada me falta!</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Bienaventurados sean los rancios porque de ellos es el Cielo de Sevilla .........................</b></span></div>Jordi de Trianahttp://www.blogger.com/profile/07857648587306290071noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7766804776527042543.post-88543994516966652432010-10-26T00:55:00.003-07:002010-11-06T06:49:00.999-07:00A D. José Antonio Garmendia<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdJk04FDlGG3M9f4AZ6wsjZOI9JQSv9-j1xORHN-hKReNFIe3rNmuGs_LrL36tOgOwbYRXPRfzDQ1UyVJ8nkY7nSejReqZcZBbsJtyl3RWYSLdpMiKNYmjr3DZfthvxWAS0_clOAbHUA/s1600/473610754_e063913b93_m.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5532260434024244834" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdJk04FDlGG3M9f4AZ6wsjZOI9JQSv9-j1xORHN-hKReNFIe3rNmuGs_LrL36tOgOwbYRXPRfzDQ1UyVJ8nkY7nSejReqZcZBbsJtyl3RWYSLdpMiKNYmjr3DZfthvxWAS0_clOAbHUA/s400/473610754_e063913b93_m.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 240px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 203px;" /></a><br />
<br />
<div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Tengo a bien abrir las puertas de esta bitácora con el fin de llegar al corazón del rancio sevillano. Trataré de ahondar en su memoria para rescatar lugares, personajes y acontecimientos que marcaron su niñez y que perviven en la habitación de sus recuerdos. Las entradas serán escritas por cada uno de ellos. No seré yo quien apunte cada tema a debatir.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Rancios de Sevilla rinde homenaje a tantos sevillanos que durante siglos mantuvieron la esencia de la Sevilla inalterable al paso de su Historia. Marcado por la obra de D. Francisco Robles, cofrade crítico y excelente orador, trataré de llenar las páginas de este libro que ahora mismo empiezo a escribir de hermosas historias de amor a Sevilla. Su Pregón en el Atril macareno a los pies de la Esperanza y sus inigualables retransmisiones de la llegada del Señor de Sevilla a Carrera Oficial quedan para todos nosotros como mejores testimonios de un sevillano con mayúsculas.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>En ningún momento trataré de alcanzar la excelencia de su añorado blog “CANAL RANCIO”. Hace meses que encuentro un gran vacío en mi otrora ocupada soledad y creo que llegó el momento de dar un paso al frente.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>En esta primera entrada quiero recordar a un personaje imprescindible para la Sevilla rancia.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>D. José Antonio Garmendia Gil, nacido en el año de Nuestro Señor Jesucristo de 1932 fue uno de esos sevillanos que no dejaron indiferente a nadie. Su apariencia y su forma de vida lo acercaban a otra época. Destacado humorista gráfico sevillano reconocido principalmente en sus facetas de escritor y comunicador radiofónico. Además fue un notable dibujante.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Su lírica humorística en ocasiones cargada de una gran carga de profundidad nos acercaba a ver el lado oscuro de nuestra sociedad. Como nadie ironizaba sobre temas de trascendental importancia. Su humor rompía con los esquemas del gracejo sevillano. Llegaba a confundirnos con su serio semblante y ese trasfondo de ternura que se adivinaba en sus ojos. </b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Paseante incansable por las calles del Centro de nuestra Ciudad, contertulio ocurrente, y gran dominador del refranero español, cubrió una importante etapa de su vida participando en los programas radiofónicos capitaneados por D. Carlos Herrera. Destacaría sus jocosas y geniales recetas culinarias en verso. </b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Llegó a autorretratarse como leemos a continuación:</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>«Nací en Sevilla; mi apellido es vasco.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Vasca mi sangre, vasca mi figura.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Temo a la gente, la cordial me apura.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>La palmada en la espalda me da asco.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span> </div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>La hembra me enerva; le doy bien al frasco.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Soy tímido a la vez que caradura. </b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>De cuanto di, jamás pasé factura. </b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Cuando me pica la ilusión me arrasco.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span> </div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Creo en Dios. Uso barba, como Cristo.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Como Judas también, como el demonio.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Me gusta el mundo y me horroriza el mundo.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span> </div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Soy uno más. Me canso, luego existo.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Adoro a mi mujer, me llamo Antonio,</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>y me muero segundo tras segundo.»</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span> </div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Desde aquí mi homenaje, querido D. José Antonio, por habernos alegrado la existencia en incalculables ocasiones. El nomenclátor sevillano, a bien merece, ocupar uno de sus rincones con su nombre.</b></span></div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><br />
</b></span> </div><div style="color: white; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Bienaventurados sean los rancios porque de ellos es el Cielo de Sevilla……………………..</b></span></div>Jordi de Trianahttp://www.blogger.com/profile/07857648587306290071noreply@blogger.com0